Impostora Auténtica

Cómo establecer buenas relaciones interpersonales Muchos estudios han demostrado la importancia de mantener relaciones interpersonales saludables en el lugar de trabajo y en la vida personal. Además del impacto decisivo en la salud física y mental, las buenas relaciones interpersonales aportan varias ventajas y contribuyen, por ejemplo, a: Proporcionar una mayor satisfacción laboral al reducir el estrés y la frustración. Aportar una mayor motivación personal y un alto nivel de compromiso con la organización, Generar un mayor nivel de confianza, colaboración y generosidad entre las personas. Tranquilizar a la persona sobre su propio valor confirmando su importancia a los ojos de los demás ( aumentando la autoestima ). Pero, ¿cómo sabemos que nuestras relaciones interpersonales son (o no) saludables? Las relaciones interpersonales saludables cumplen con los siguientes criterios: Existe un clima de respeto mutuo entre las personas, La comunicación es abierta y honesta, La gente se siente

El propósito de las emociones Nuestras emociones ayudan a guiar las decisiones que tomamos en cada minuto de nuestra vida. El mundo que nos rodea y los pensamientos en nuestra cabeza desencadenan reacciones emocionales todo el tiempo. Mucho de lo que hacemos día a día está motivado por nuestros estados emocionales o estados de ánimo. . Observa cómo influyen las emociones en nuestra vida: La alegría o la felicidad pueden motivarnos a unirnos, participar, compartir. El miedo puede motivarnos a escapar. La tristeza puede motivarnos a retraernos, llorar. La ira puede motivarnos a atacar, arremeter, defendernos. La culpa puede motivarnos a reparar lo que hemos hecho. La vergüenza puede motivarnos a escondernos, a mantener las cosas en secreto. El disgusto puede motivarnos a retraernos, mantener la distancia. La compasión, la empatía o la simpatía pueden motivarnos a ofrecer consuelo, estar con los demás. La vergüenza o la humillación pueden motivarnos a escondernos. La confusión puede motiv

El líder coach es un término que se presenta como una filosofía de liderazgo que consiste en utilizar los valores personales para guiar a los seguidores con integridad, equilibrio y enfoque. Estos principios personales del líder deben estar profundamente arraigados en el equilibrio, la atención plena y una comprensión de sí mismo para lograr un impacto positivo en los seguidores.  Un líder con una mentalidad coach acepta y promueve el desarrollo de las personas, el potencial del trabajo en equipo y la búsqueda de la excelencia. ¿Cómo mejorar la actuación como un líder coach?. Para desarrollar las cualidades de un líder coach pon en práctica los siguientes principios: Haz lo correcto, no lo fácil. El líder coach sabe que la adversidad y el fracaso pueden presentarse en cualquier momento en su vida o en su trabajo, en vez de huir o tomar el camino más fácil, los enfrenta con coraje y determinación. Desarrolla tú autoestima y el amor propio: Los líderes

Una creencia limitante es un pensamiento que consideramos cierto ... Si bien nos restringe y nos hace renunciar a realizar una acción. Muy a menudo, provienen de nuestra personalidad, nuestra educación o experiencias pasadas (de nosotros o de nuestros seres queridos). Por ejemplo, es como si una persona estuviera convencida de que no puede cargar más de 50 kilos cuando, en realidad, su cuerpo es capaz de levantar 70. De repente, él o ella nunca intentará ir más allá de esta etapa. Hay muchas razones que podrían llevar a esa persona a creer que no puede hacerlo, por ejemplo: Se asusta al pensar que puede ser mucho peso, se lastimó la espalda hace tres años mientras intentaba un desafío parecido de levantar peso, o muchas veces en su casa le dijeron que no era lo suficientemente fuerte para levantar peso y lo creyó. Sin embargo, su cuerpo puede levantar más, pero en su mente sigue el pensamiento y la creencia firme de que no puede hacerlo. Estas creenci

¿Qué actitud asumes ante las dificultades? Las dificultades son parte de la vida; no son opcionales. Pero cuando nos topamos con ellas, siempre hay dos opciones disponibles: evitarlas o enfrentarlas. Independientemente de la dificultad que se nos presente, siempre tenemos la opción de verla como un muro insuperable o abordarla como un desafío. Dependiendo de la actitud que adoptemos, los resultados serán diferentes. Si vemos el problema como un muro insuperable, podemos sentirnos completamente indefensos porque nuestras soluciones habituales no funcionan o porque no tenemos la energía o el coraje para aplicar las soluciones que nos permitan resolverlas. Frente a esta situación, cuando pareciera que no tenemos una solución posible, muchas veces la actitud que asumimos es la de evitar enfrentarla y por supuesto las consecuencias en nuestra vida son el miedo, la ansiedad o la frustración. Por el contrario esa misma dificultad podría transformarse en