Durante algún tiempo, el entusiasmo nos impulsa a levantarnos de la cama por la mañana y nos motiva a actuar de acuerdo con lo que deseamos.
Pero con el tiempo, a medida que avanzamos en la realización de nuestro objetivo, la motivación con la que inicialmente comenzamos, empieza a disminuir. Lo que alguna vez fue inspirador ahora es una rutina. Poco después, en lugar de avanzar comenzamos a poner excusas.
Y cuando nos damos cuenta fácilmente volvemos a caer en nuestras viejas rutinas, abandonando así nuestros nuevos proyectos.
Una de las razones por las que no podemos lograr nuestros objetivos es que cualquier cosa que valga la pena requerirá disciplina o hábitos necesarios para mantenernos en el camino de las metas.
¿Cómo te sientes en este momento?, ¿Has abandonado algún proyecto importante en tu vida?, ¿Tienes tareas inconclusas?
¿Te gustaría contar con la fuerza motivacional para emprender nuevos proyectos?
Es tiempo de dejar las excusas, y volver a comprometerte en la búsqueda de lo que deseas en tu vida. Hacer del compromiso una motivación lo suficientemente fuerte como para sostenerte a medida que avanzas, hasta lograr tu meta trazada.
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