Un día me iré de aquí, un día le diré lo que realmente pienso, un día me ofreceré a hacer esto o aquello que deseo, algún día me pondré a dieta. Un día iré de viaje, un día me mudaré, un día dejaré de fumar, etc.
Este tipo de personas que generalmente saben lo que quieren y que piensan '"algún día lo haré”, sin darse cuenta, caen en la trampa de la postergación y de la ilusión de vivir con un profundo deseo de querer hacer algo, pero sin atreverse a tomar las acciones necesarias para lograrlo. Lo que puede ser muy costoso porque lleva a la persona a desperdiciar un tiempo muy valioso de su vida. ¡Se fue el tiempo y no logró hacer lo que realmente quería!
Una de las cosas que nos permite el Coaching es diseñar nuestro futuro desde el presente, partiendo por establecer objetivos concretos y elaborando un plan de acción específico para alcanzarlos.
El plan de acción propone una forma de alcanzar los objetivos que ya fueron establecidos con anterioridad y algo muy pero muy importante, establecer la fecha de cumplimiento, ¿Cuándo lo harás?
Una meta sin un plan de acción se queda simplemente en un sueño o en un buen deseo. Es tiempo de ponerle fecha a tus sueños y diseñar el plan de acción para conquistarlos.
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