Los pensamientos no deseados nos pueden hacer sentir ansiosos o deprimidos y muchas veces nos impiden disfrutar la vida.
Lo que piensas puede afectar cómo te sientes.
¿Cómo podemos cambiar la forma de pensar para sentirnos mejor?
Fíjate si tu monólogo interior es optimista o más bien pesimista. Nuestro monólogo interior es un buen indicador para saber qué visión del mundo tenemos.
Durante el día, observa que tipos de pensamientos aparecen con regularidad en tu mente. Si son pensamiento que amplifican los aspectos negativos de una situación, los momentos en los que te culpas a ti mismo por alguna situación o simplemente cada vez que te anticipas a lo peor.
También observa los momentos en los que estás pensando en el modo "todo o nada" (todo está bien o todo está mal).
Es importante reajustar este diálogo interno centrándose en los aspectos positivos de tu vida.
Este es uno de los pasos para desarrollar el optimismo. Prestar atención a los aspectos positivos sobre ti y el mundo que te rodea en cada situación.
No se trata de pensar que no puede pasar nada malo sino de que lo puedes superar con un poco de esfuerzo.
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