Deforestar no es más que despojar un terreno de sus árboles y plantas. La tala y quema de los árboles no es más que una acción humana en la que se destruyen la superficie forestal con fin comercial.
La deforestación por lo general es impulsada por la industria maderera, los fabricantes de papel, la construcción de infraestructura (como carreteras o viviendas) y los emprendimientos agrícolas (que aprovechan el suelo para sembrar los cultivos más rentables y comercializarlos). América Latina y África Occidental son las regiones más afectadas por la deforestación, aunque el fenómeno existe en todas partes del mundo.
Venezuela es uno de los países con más biodiversidades el mundo. Nuestro país en casi un 50% está conformado por bosque. En el sur del Orinoco alrededor de un 80% es bosque. Se estima que cerca de dos tercios de la superficie forestal original ya han sido destruidos.
Otra de las consecuencia por la tala y quema de los bosque venezolanos son un aumento en la frecuencia e intensidad de la sequias e inundaciones que general daños a la producción agrícola, represas hidroeléctricas, sistemas de irrigación, vías de comunicación, empresas y hogares; erosión y pérdida de la fertilidad de los suelos; y crecientes dificultades en el suministro de leña, alimentos, medicinas, materiales de construcción y otros productos tradicionalmente suministrados por los bosques a comunidades indígenas y campesinas.
Un árbol produce en promedio el oxígeno que consumen 10 personas; 6 toneladas de CO2 es la cantidad que puede absorber una hectárea de árboles en un año; Los árboles remueven los contaminantes gaseosos absorbiéndolos a través de los poros de la superficie de las hojas. Lo expresado anteriormente en una de las tantas cosas que un árbol puede hacer por nosotros.
Es por esto que unas de las consecuencias es la escasez de hoy que padece la mayoría de los venezolanos, tanto para el consumo doméstico, como para las áreas agrícolas o las de producción de energía eléctrica. La escasez más pronunciada se encuentra en la zona costera central del país; el cual es una región con más de la mitad de la población del país.
Asimismo otra de las consecuencias de las altas tasas de deforestación de Venezuela es que también somos unos de los países con mayor cantidad de emisiones de gas carbónico por habitante de América Latina.
Venezuela es uno de los 8 países del mundo más ricos en biodiversidad. La mayor proporción de esa variedad de plantas y animales se encuentra en los bosques naturales del país. La deforestación implica la aniquilación definitiva e irreversible de miles de especies.
La tala desproporcionada afecta nuestro mundo, ya que son los árboles los que suministran el oxígeno que cada uno de nosotros necesitamos para respirar, la tala de árboles destruye los pulmones del mundo, afectando principalmente la biodiversidad, ocasionando así la extinción de diversas floras y faunas.
La solución más razonable para combatir la tala de árboles esta en concientizar a la población de todos los daños que causa la deforestación, iniciando prácticas que ayuden a conservar el equilibrio natural, se deben iniciar campañas para la siembra de árboles, prácticas de reciclaje, ya que en entre más materiales derivados de la madera reutilicemos, menos árboles deben ser cortados
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